Tomo café normalmente; no de manera desmedida, no exagerando.
1 taza en la mañana, con el desvelo…
1 taza en la tarde, con un refrigerio… Y;
1 taza en la noche, con la cena…
Existen personas… Exhibicionistas… que les gusta el café, principalmente en lugares concurridos y públicos… porque disfrutan que se les mire por ahí, como si de algo glorioso se tratara (Y lo es… Pero no en el sentido que suponen)
O también portan un termo de café a cualquier sitio que visitan…
Y… Que asco…
Me da un poco de asco porque… A mi me gusta el café, mucho, y lo disfruto, no soy quisquilloso, ni estúpido a la hora de tomar café.
Tomo cualquier café que me ofrezcan contal de que esté muy bueno, hecho con esmero… Y no pasado de azúcar…
Y sino; pues se bebe por cortesía, porque no todos saben hacer café.(En casos extremos se bota a escondidas)
Hay días que de antojo, un vaso de jugo no está mal, no es lo mismo, pero tampoco dañar los riñones por una arraigada costumbre resultaría prudente.
Y también, es como… «Andar los dientes amarillos durante la jornada, no es bonito».
Es pura pretensión, tengo amigos así, y me fastidian…
No se lo tomen tan enserio, el gusto por algo no se presume, se degusta en silencio, en soledad, entre las mejores compañías, o entre risas, pero al fin y al cabo no se captura, se disfruta. Al igual que los libros; y los buenos momentos.